Zéro de Conduite, 1933


Director: Jean Vigo

Writer: Jean Vigo (scenario)



Jean Vigo es un clásico de lo anticlásico, el clásico que llegó a clásico por dilatación espacio-temporal y por la mirada que unos proyectaron sobre él y sobre los que nosotros concurrimos en poner la nuestra.

Hijo del anarquista español Eugene Bonaventure de Vigo, conocido como Miguel Almereyda (anagrama de "y a de la merde")  que fue condenado y estrangulado con los cordones de sus zapatos en 1917. Vigo mantuvo una actitud irreverente y combativa durante su corta vida, fue un adolescente eterno fulminado por la enfermedad.

A penas tuvo tiempo de dirigir cuatro películas pero en ellas definió con claridad lo que el denominó "el punto de vista documentado", tanto es así que en Cero en Conducta retrata sus experiencias en el internado de Millau.

Un grupo de niños "asalvajados" se amotinan contra la autoridad represiva de los profesores.  La cinta considerada antipatriótica estuvo censurada hasta el 45.
Para los que han leído un plácido librito de Cocteau llamado Les Enfats Terribles (y cuya adaptación cinematográfica viene a ser soberanamente aburrida en comparación con el relato), para ellos... decir que siempre me ha dado la impresión de que Vigo filmó las escenas que Cocteau no narró en el libro, mientras que en la novelita (y me refiero a ella siempre en diminutivo por su tamaño y no por su valía) los niños se amotinan en casa y apenas pisan la escuela cuyos párrafos son escasos, Vigo se recrea en estas escenas escolares pero con una sensibilidad muy similar. 

La historia traga directamente del Ubu roi de Alfred Jarry y ha sido homenajeada en repetidas ocasiones, en una evidente secuencia copiada casi de forma literal por Truffaut en los 400 Golpes. También Lindsay Anderson en If y oleadas de nuevas olas recuperarán su espontaneidad, su insolencia, su descaro poético. (Quien no se acuerda de Vigo cada vez que se desenfundan las plumas de una almohada que ha sido tomada como arma).
Las imágenes en Vigo son esteticistas hasta el límite, de ahí su profundo calar en la nouvelle vague y otras olas modernistas y los ecos del cine mudo están aún muy presentes en su forma de narrar y en las situaciones.
Su breve paso por el cine no deja impávidos a los curiosos, a pesar de que ha sido acusado de una falta de pericia técnica que podría ser justificada por la falta de solvencia o simplemente por la juventud y la falta de experiencia.

Quiero proponer Zéro, como homenaje a la persona que más ama el cine de Madrid y que, lamentablemente no se encuentra en Madrid porque anda perdida POR ESTAS CALLES, ella me presentó a Vigo y con ella fui anarquista en mis ratos libres y además porque en 1930, Vigo fundo en Niza Les Amis du Cinema, que yo creo que podríamos considerar como el primer Zinexin de todos los Zinexines y es que golfos descarriados que se juntan a ver cine ha habido muchos, pero a Vigo le dio por la proyección de películas soviéticas y otra tanda de irreverencias.


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