director: J. Lee Thompson
actores: Gregory Peck, Omar Sharif, Camilla Sparv, Julie Newmar, Ted Cassidy, Telly Savalas, Edward G. Robinson, Eli Wallach...
música: Quincy Jones. José Feliciano canta (en castellano) el tema principal
Charlier retoma algunos aspectos de la trama, tanto genéricos como puntuales, para una de las aventuras del Teniente Blueberry
Sinopsis (corta):
Un grupo variopinto de hombres y mujeres, algunos víctimas de la fiebre del oro, otros víctimas de la fiebre de los demás, buscan entre las resecas tierras de los apaches un tesoro guardado por los espíritus de este pueblo.
Sinopsis (larga):
Charlier retoma esta histoira y algunas soluciones de la película (notablemente el asunto de la sombra que apunta hacia el lugar del tesoro) para crear el guión de "La Mina del Alemán Perdido" y su continuación "El Fantasma de las Balas de Oro". Sin embargo el tebeo mejora con mucho al "original" (que ya era a su vez la versión de una novela anterior que por su parte recogía antiguas leyendas y tradiciones sobre indios y tesoros) pues purga de personajes accesorios la acción en beneficio de una mejor definición de cada uno de ellos y una menor dispersión de la historia en subtramas. Cuando éstas aparecen lo hacen por destilación directa de la personalidad de los protagonistas, prolongada en una espectacular caracterización gráfica donde, como modelo de algunos de ellos, podemos encontrar referencias a Spencer Tracy y Christopher Walken. Las sorpresas y giros de guión que en la obra cinematográfica huelen un poco a sacarse conejos de la chistera, en el cómic son una secuencia de golpes de efecto trascendentes que solidifican una trama mucho más sólida basada en unos personajes mucho más creíbles y compactos.
La película no obstante es muy entretenida, aunque para mi gusto el reparto, pese a su indiscutible altura, no está bien elegido (en mi recuerdo tanto Omar Shariff como Gregory Peck resultaban bastante artificiosos). La fotografía adolece de los modismos cromáticos de la época, que tan mal han envejecido y que desde luego no hacen justicia a los paisajes reales en donde está filmada la película. Atención a la banda sonora, con canciones interpretadas por el insoportable (aclaro que es una opinión meramente personal) José Feliciano (¿será por porque hay un ciego que juega un papel importante en la historia?) y firmada por Quincy Jones, pues pese a que para mí sea más bien mediocre para muchos otros, más sabios que yo, es más que interesante.
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