Órbita Mortal (1967)


título original: 4… 3… 2… 1… norte Órbita mortal Perry Rhodan – SOS aus dem Weltall (se trata de una coproducción italo-germano-hispánica: ¡algo imposible en los tiempos que corren!)
director: Primo Zeglio
actores: Lang Jeffries (Perry Rhodan), Essy Persson (Thora), Luis Dávila (Capitán Mike Bull), Pinkas Braun (Arkin), Stefano Sibaldi (Dr. Frank Haggard), Daniel Martín (Capitán Flipper), Joachim Hansen (Dr. Manoli), John Bartha (General Roon), John Karlsen (Crest), Ann Smyrner (Dr. Sheridan), Lisa Halvorsen (Enfermera Silva), Tom Felleghy (Mr. Moreland), Gino Marturano, Mirella Pamphili, Dakar [acreditado como Aleyandro Barrera] (Dakar), Gianni Rizzo (Vendedor de coches), Bruno Arié (Secuaz del vendedor de coches)…
Parte de la música es de Antón García Abril (el de "El Hombre y la Tierra")

Sinopsis (corta):

No me gusta copipegar comentarios ajenos, sino que prefiero realizarlos yo mismo a partir de lo que conozca de la película (sobre todo después de verla). Sin embargo no he podido resistirme a incluir esta coproducción en la lista, ya que su mezcla de ciencia-ficción y espías, de la mano de la tan habitualmente desprejuiciada concepción del cine propia de la Italia de finales de los sesenta, promete muchísimo disfrute para los zineXineros. No faltan modelos suecas, astronautas megamachos, villanos megalómanos, decorados lunares de cartón piedra y naves espaciales cuyos mandos son el anticipo del equipamiento del Seat Panda.
Ya digo: no he visto la película, pero en este blog (que es un auténtico filón) he encontrado las siguientes notas (excelentes notas, como todas las del blog) sobre la misma: que su autor me perdone y los zineXineros me disculpen:

Sinopsis (larga):



Una nave espacial es lanzada con destino a la Luna en misión secreta. Una vez la expedición llega a su destino, los astronautas que la conforman descubren que en nuestro astro hermano hay una nave espacial alienígena comandada, desde la que les piden ayuda para un miembro de su tripulación. Tras examinarle, el médico de la misión terrícola decide que la única esperanza para el enfermo es llevarlo a la Tierra, donde un prestigioso científico quizás pueda conocer el remedio para su mal…

Uno de los personajes más importantes que ha dado la literatura pulp europea es el del astronauta Perry Rhodan. Creado en 1961 por los escritores alemanes Kart Herbert Scheer y Clark Dariton – bajo el seudónimo colectivo de Walter  Ernsting -, la saga protagonizada por este personaje está considerada como la más numerosa serie de novelas de ciencia ficción del mundo, como así atestiguan los más de dos mil quinientos títulos que la componen hasta la fecha, de los cuales se estima que se han vendido más de mil millones de ejemplares en todo el planeta. Pero la popularidad de Perry Rhodan, especialmente localizable en las zonas de influencia teutona, no se ha circunscrito solo al mundo literario. Consecuencia de su tirón mediático ha sido su salto a otras diferentes disciplinas artísticas, tales como el cómic, los seriales radiofónicos o los videojuegos.
Tampoco el denominado séptimo arte se ha librado de su influjo. Sería con la coproducción italo-hispano-germana Órbita mortal /4… 3… 2… 1… morte Perry Rhodan – SOS aus dem Weltall(1967) de Primo Zeglio, que las aventuras protagonizadas por Perry Rhodan llegarían a la gran pantalla. Rodada a finales de la década de los sesenta, dicha película se inscribe dentro de la oleada de traslaciones que de personajes de la literatura popular y el mundo del cómic llevara a cabo la industria cinematográfica del viejo continente en títulos del éxito de DiabolikBarbarella o la franquicia dedicada a la creación de Ian Fleming, James Bond. Este contexto en el que fue realizado sería determinante en el acabado final del proyecto en cuestión; a pesar de tomar como base argumental la primera de las novelas de la saga, antes que una adaptación fidedigna de las andanzas de Perry Rhodan, esta Órbita mortal es un pastiche en el que se entremezclan diferentes influencias sacadas de algunas de estas otras adaptaciones coetáneas.
De esta forma, más que el personaje que dice adaptar, los principales modelos que toma como referentes la película de Zeglio son los de las mencionadas versiones en celuloide de Barbarella yJames Bond o, para ser más exactos, la de los émulos mediterráneos surgidos como respuesta de éste. Así, de Barbarella toma su deliberado tono kitsch, intención esta ya presente en sus coloridos títulos de crédito musicados con un psicodélico y pegadizo tema de Marcello Giombini, así como su ingenuo erotismo fetichista, aportado por el personaje de la alienígena Thora y sus ceñidos modelitos, papel este interpretado por la modelo sueca Essy Persson. Mientras que del cine de euroespías toma algunos de sus elementos característicos, caso de toda la trama protagonizada por el megalómano villano de turno, totalmente ajena al material originario, o la identidad del actor escogido para dar vida a Perry Rhodan: el canadiense Lang Jeffries, visto en films como Agente X 1-7: Operación OcéanoLos espías matan en silencio Nuestro agente en Casablanca, cuyas limitadas capacidades interpretativas solo eran comparables a su total falta de carisma, tal y como se preocupa de demostrar a lo largo de un metraje.
Este tratamiento al que es sometido la película hace que sus resultados se antojen muy irregulares, con dos partes bien diferenciadas, fruto de su difícil equilibrio entre cine de ciencia ficción y agentes secretos – híbrido ya intentado pocos años antes por Pietro Francisci con olvidables resultados en su película Encuentros en las galaxias -, lo cual también provoca el que su narración acuse cierta confusión y falta de conjunción debido a la multitud de hilos argumentales que la pueblan. Pero a pesar de estos defectos, y asumiendo algunas de lass carencias derivadas de su escasez presupuestaria, Órbita mortal resulta un film merecedor de una tenue simpatía, aunque solo sea desde una perspectiva arqueológica y nostálgica. Ello es debido a su referida estética kitsch, y a otros alicientes como la fluidez con que Zeglio desarrolla su historia bajo un tono ligero cercano al cómic, o la colorista fotografía empleada por sus dos operadores acreditados, la cual en las secuencias ambientadas en la Luna diríase deudora de Mario Bava y su Terror en el espacio. Claro, que lo cortés no quita lo valiente, y nunca está de más recalcar que para los aficionados a Perry Rhodan la película es poco menos que un insulto a su personaje favorito, hasta el punto de no considerarla como una adaptación de éste. Como hemos visto, razón no les falta.
José Luis Salvador Estébenez

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